Maquinaria siembra y cosecha de mejillón: Tecnologías para optimizar la producción

Calibradoras, llenadoras de mangas, sembradoras y cosechadoras son algunas de las tecnologías nacionales e internacionales que tiene a disposición la industria del mejillón de Chile y que le han permitido ser más eficiente.

La industria mitilicultora chilena, con más de 30 años de historia, ha logrado consolidarse y mostrar una evolución no sólo en términos productivos y de comercialización, sino que también en lo tecnológico, pues se trata de un sector que día a día ha ido incorporando importantes avances. Es lo que se ha podido ver, por ejemplo, en la etapa de siembra y cosecha, donde, si bien en los primeros años estas faenas se hacían de forma bastante artesanal, hoy se cuenta con proveedores capaces de ofrecer maquinaria que ayuda a que el proceso más cómodo y eficiente, sin demandar tanto esfuerzo físico.

 

Hoy son varias las compañías –chilenas y extranjeras– que ofrecen equipos como calibradoras, llenadoras de mangas, sembradoras y cosechadoras, los que, con el paso del tiempo, se han ido perfeccionando, con el fin de que los productores tengan una mejor producción.

 

En cuanto a las calibradoras, en el mercado nacional existen modelos autónomos con motor estacionario y con motor hidráulico. Para las sembradoras, también hay alternativas manuales o automáticas, según los requerimientos de los clientes. En términos de cosechadoras, es común encontrar maquinaria que funciona a través de centrales hidráulicas, las que generalmente desgranan y filtran el producto. De igual forma, algunas cuentan con cintas de carga que llevan la materia prima a bins u otro elemento de acopio. Según lo comentado por algunos proveedores, los últimos años se han implementado algunas ideas europeas, con modelos que incorporan, por ejemplo, el lavado de la cuelga.

 

Además de dichas tecnologías, los mitilicultores suelen recurrir a huinches que levantan las cuelgas de mejillón, así como plataformas flotantes donde se ubican las máquinas y desde donde se realizan las faenas inherentes al cultivo.

 

En general, se dice que la tecnología “made in Chile” es bastante parecida a la traída desde el extranjero, especialmente de Nueva Zelanda y Europa, que es donde se encontrarían las soluciones más avanzadas. Los proveedores destacan, además, que la maquinaria nacional toma en cuenta las características del mejillón chileno, que tendría el biso y la concha más débil, buscando evitar roturas innecesarias.

 

Planificación y tecnología

 

Un problema que suele ocurrir durante las faenas de cosecha de mejillón tiene que ver con la pérdida de materia prima. Se dice que el desprendimiento, cuando se levanta la cuelga, puede alcanzar entre un 10% y un 12%. “El mejillón, cuando está en el agua, no pesa mucho, pero cuando es levantado a veces el biso no es capaz de soportar el peso, sobre todo si lo mueves mucho. Ahí, se va desprendiendo material”, comenta el gerente general de Granja Marina Chauquear, Eugenio Yokota.

 

Ante esta situación, el jefe de Producción de Aceros Tecsur, José Rodríguez, comenta que “con la cinta de carga que tira la cuelga se disminuye bastante la pérdida por desprendimiento, llegando a situarse en un 5% en algunos casos”. Añade que disminuir esa cifra depende también de las condiciones de cosecha. “Inciden factores como la ubicación de la plataforma, el nivel de corrientes y si el producto está muy cargado o no en la cuelga. En este aspecto, ya se ha avanzado un poco, en el sentido de que cuando se proyecta la siembra se dosifica mejor la cantidad de individuos por metro lineal. La idea es que no exista demasiada abundancia, ya que al final eso es lo que se desprende”, explica.

 

El proveedor también destaca la importancia de calibrar la semilla antes de sembrarla. “Los clientes han entendido que tienen que sembrar calibrado y con la ayuda de maquinaria que permita tener las cuelgas parejas. Los productores deberían saber, desde el comienzo, cuándo deben cosechar, dependiendo del tamaño inicial de la semilla. Así, podrían disminuir las pérdidas debido a que no tendrían dispersión”. Agrega que, con el calibrado, “el rendimiento también es mejor, ya que hay un crecimiento homogéneo”.

 

De todas maneras, hay productores, como Eugenio Yokota, que están tratando de innovar para tener una mejor producción. La empresa de este cultivador, Granja Marina Chauquear, y gracias a fondos de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), está trabajado en el desarrollo de un equipo que permita recuperar gran parte del mejillón desprendido durante la cosecha.

 

“Se trata de una tecnología que se adjunta a las maquinas cosechadoras y que incorpora una bomba que aspira el producto que cae. Si esto resulta, significa que el cultivador podría tener un ingreso adicional de hasta un 12% más, lo que no es menor”, manifiesta el ejecutivo. Esta innovación estaría terminada aproximadamente en julio y, si todo sale bien, podría ofrecerse en el mercado a través de algunas prestadoras de servicios conocidas en el sector.

 

Es que, cada vez más, los proveedores están tomando en cuenta la importancia de ayudar a los cultivadores a perfeccionar su producción. El representante de Franken, empresa de origen holandés –y que tiene operaciones en Chile también–, enfatiza que “cada proyecto se realiza como traje a la medida, siguiendo los más altos estándares de calidad, incorporando inocuidad alimentaria, seguridad y eficiencia de procesos. Además, se utilizan las más avanzadas tecnologías disponibles en el tratamiento de los productos y en el procesamiento de datos de producción destinado a la optimización de los resultados y la más alta rentabilidad”.

 

Bibliográfica: www.aqua.cl